Las habitaciones eran bien cuidadas, con una cómoda cama, todo ha sido perfecto. El personal fue muy servicial y nos hizo sentir cómodos.

Las habitaciones - enormes, modernas con un televisor grande, una bañera y una ducha, una cama cómoda. Empleados buenos y amables con buenos modales.

El personal era educado y mi habitación era bien cuidada, cómoda y moderna. La cena y el desayuno estaban buenísimos.

La habitación en sí era de buen tamaño con camas de buena calidad, un televisor grande, un baño.

Me ha gustado la habitación, la cama era enorme. Nuestra ventana daba al jardín. Los empleados fueron serviciales y agradables.

Las camas eran super cómodas, y había un televisor de pantalla plana, una zona de estar y una mesa de trabajo en la habitación. Teníamos un baño privado. El personal era super amigable y majísimo, no tengo ninguna pega.

Servicio de gran calidad

Habitaciones amplias y cómodas. Decoración especial y atención personalizada.- Desayuno completo y tranquilo.- Instalaciones con piscina y pista de tenis.- Personal cortés y amable.- Recomendaciones de lugares a visitar.- Paisajismo cuidado y encantador.

Para mí nada.

La hacienda es una joya: habitaciones grandes, preciosas y limpias. Piscina y terrenos de tennis disponibles. Ambiente tranquilo y perfecto para descansar. Atención del personal excepcional.

No he tenido ningún problema.

Instalaciones hermosas en la naturaleza. Atención del personal supera expectativas. Ubicación estratégica para visitar ruta Puuc. Comida regional deliciosa. Trato amable y atención personalizada. Jardines bien cuidados y alberca limpia. Desayuno rico con excelente café. Equipo atento y dispuesto a ayudar.

Nada negativo.

La hacienda donde me hospedé en Yucatán fue simplemente increíble. Me encantó su ubicación en medio de la selva, lo cual me brindó una sensación de paz y tranquilidad. La habitación amplia y cómoda, con una cama súper confortable, me permitió descansar plenamente cada noche. Además, el baño con una bañera cerrada fue perfecto para relajarme. El servicio del personal fue excepcional, siempre atentos y amables en todo momento. disfruté de un delicioso desayuno completo cada mañana, y aproveché las instalaciones, como la piscina y la pista de tenis. Sin duda, una experiencia inolvidable.

Me hubiera gustado ver más opciones vegetarianas en el restaurante.

Aspectos positivos de nuestra estancia en la Hacienda Maria Elena Yucatán en Ticul: encanto y placer para los sentidos, emplazamiento magnífico, personal encantador, comida deliciosa, instalaciones confortables y completas, habitaciones grandes y limpias.

Además, la piscina siempre estaba limpia y los jardines eran bonitos para pasear. Este hotel tiene el encanto de una antigua hacienda, con una pista de tenis disponible. El desayuno era excelente y el personal del hotel era amable y cortés.

Todo fue como quería y necesitaba.

La ubicación del hotel es conveniente, con fácil acceso al estacionamiento y hermosos jardines con plantas de ornato. Las habitaciones son confortables, con aire acondicionado y ventilador para mayor comodidad. Además, la amabilidad y atención del personal es destacable, brindando un excelente apoyo en recepción y lavandería.

Sería bueno que el restaurante del hotel ofreciera más opciones para personas con necesidades alimenticias especiales.

La Hacienda Maria Elena es un lugar encantador en medio de la selva, con un servicio de gran calidad desde la recepción hasta la salida. Las habitaciones son amplias y preciosas, con bañera cerrada y una cama super cómoda para descansar y recuperar energía. El personal es excelente, cortés y amable, y da grandes consejos para disfrutar de la zona. Ofrecen una bebida refrescante de cortesía al llegar y nos decoraron la habitación y prepararon una mesa especial para una cena romántica. El desayuno es completo y se disfruta de la tranquilidad del lugar. También cuenta con piscina y pista de tenis.

Me sentí muy atendido, no tengo ninguna queja.